jueves, 29 de abril de 2010

-auuuuuu- gritaba nuevamente marta tras volverse a caer en la clase de ed.física, era la asignatura que más odiaba entre todas, siempre correr y correr para acabar sudando, al cabo de unos minutos llegó Manuel, el profesor de ed.física un hombre alto, rubio y con muy mala leche.
-¿Te has vuelto a caer? Preguntó seriamente.
-Sí, estoy muy cansada…Contestó ella un poco enojada.
-Puedes ir a sentarte, la clase terminará dentro de unos minutos.
Marta se levantó con cuidado y se sentó en un banco que había cerca, sacó una libreta de su mochila y comenzó a escribir.
Ella era una chica muy vaga, no llevaba muy bien las asignaturas ya que le cuesta mucho estudiar, nunca sale de casa, solo escribe y escribe en su libreta la cual lleva a todas partes.
-Vamos Marta toca tutoría.
Gritaba su amiga Gloría desde la otra esquina.
Marta recogió sus cosas y se dirigió hacía la clase, estaba muy nerviosa pues eran los últimos días de la tercera evaluación y hoy le dirían las notas.
Entró a clase con tembleque en las piernas y se sentó, solo tenía que esperar a que la profesora la llamara y le dijera las notas que había suspendido, al cabo de cinco minutos nombraron su nombre, Marta se levantó corriendo y se dirigió a la mesa de su profesora…
Pasaron cinco minutos, Marta estaba llorando le habían quedado cuatro asignaturas, ya no tendría un verano como el que esperaba, se pasaría los días estudiando y estudiando para poder recuperar esas asignaturas en septiembre, pero lo que más le daba coraje era ver la reacción de sus padres cuando les contara la desagradable noticia.
Llegó a casa y tuvo una larga discusión con su madre no paraba de gritarle que era por ese estúpido sueño que tenía de ser escritora, que le quitaba mucho tiempo.
Entonces entró a su cuarto y se puso a escribir como siempre, así pasaba las tardes Marta mientras los demás estudiaban o daban una vuelta por el parque.
Cuando empezaron las vacaciones de verano, Marta se propuso un plan de estudio, estudiaría tres horas diarias, y otras tres las dedicaría a escribir de este modo no dejaría a ninguna sin atender.
Pasados ya los días de vacaciones, Marta estaba bien preparada para los exámenes, además había escrito una muy bonita novela, la cual había pensado regalar a su madre.
El día de los exámenes Marta salió muy contenta pues le habían salido muy bien, solo tenía que esperar tres días para saber los resultados, entonces fue al quiosco donde siempre le compraba los periódicos a su padre y vio anunciado un concurso de novelas, Marta se puso muy contenta y comenzó a correr de un lado al otro gritando y saltando.
Llegó a su casa corriendo y envió por email su novela, al cabo de tres días Marta fue al instituto a ver sus resultados y como ella esperaba le habían aprobado todas las asignaturas, ahora podría pasar a cuarto sin tener que preocuparse, entonces decidió ir de nuevo a por el periódico de su padre y entonces vio que su nombre figuraba al lado del anuncio.
-¡Bien! He sido la ganadora. Gritaba Marta muy ilusionada.
Todo marchaba bien, Marta estaba muy contenta ya que su novela había sido publicada y podía seguir y seguir publicando, pensaba que algún día su sueño de ser una gran escritora se cumpliría y más ahora que tenía más ganas y mas fuerzas de estudiar y seguir adelante.

domingo, 11 de abril de 2010

redacción

“Se ha dicho que hace falta poseer muchas lengua para poder pensar conscientemente en la propia. No hay nada más exacto. Cada idioma es una visión del mundo”
Por la frase de Hermann Keyserling lo que yo puedo deducir es que hace falta conocer a personas de distintos pensamientos para tu poder pensar en tu forma de ser, por lo que sabemos que cada persona tiene una visión del mundo diferente a los demás.
Porque todos nosotros somos muy diferentes entre sí y todos tenemos opiniones y pensamientos diferentes el resto y vayas a donde vayas siempre será así, gente que este de tu parte y gente que no, gente que te entienda y otras que no.